Bueno, veo el final del gran bloque de líquido hasta la cima, donde deforma la luz y la manda a lo profundo en lineas sin sentido, en trazos con bordes redondos.
Y pienso: ¿Lo estoy viendo?
Porque, yo creo tener una banda en los ojos la cual me impide ver mi punto, mi ubicación, mi lugar. No en este mundo, ni me objetivo ni mucho menos, sino, cual es mi lugar en ese grupo tan llamativo. No puedo verlo con objetividad.
Las burbujas salen de mi boca, lo sé. Siento esas esferas de tan importante oxigeno escapar de mi boca y pasar por mi nariz, ni frente y las observo.
¿Cómo las observo? Aveces veo la profundidad manifestada de colores azules, verdes y aveces morados que contrastan barcos, grandes extensiones de coral, peces y también plantas.
O sólo no quiero verlo, osea... No quiero ver que hago.
Cuando parpadeo el lugar de colores se vuelve negro, gris y blanco, no hay barco, ni peces ni nada. Es tan tranquilo, sin nadie que te moleste y con una gran cantidad de burbujas que salen en un orden sin razón aparente.
Pero todas tienen algo en común, esa luz que traspasa el agua y llega a chocar con la arena... Pero la arena es tan, triste y amena. Lo siento...
"No hay más ciego que el qué no quiere ver" Me lo decía mi madre, mi padre, mis maestros y mis amigos. Pero yo estoy ciego de un ojo y de otro no... Me parece.
"Quiero ver fuego donde solo hay un charco de agua" Me digo.
Este amor me gusta y lo odio, no confundan. No es algo paralelo de sí mismo, solo son cosas diferentes, como el dos y el uno. No son contrarios.
Pero este amor, me gusta. Quizá sea porque me dan pequeñas punzadas cuando no lo espero, cuando pienso "No, esta jodido esto... No tengo oportunidad de ni siquiera causar una ligera duda" y ¡PAM! me sorprende con algo que ni siquiera tiene razón, o no me doy cuenta. Pero es tan repentina y me sube los ánimos de: "Quizá solo tenga que intentarlo un poco más de tiempo"
Si, no he sido correspondido y eso no se puede porque ni siquiera lo he dicho.
Pero eso fomenta mi imaginación tan rara y completa, a imaginarme escenarios tan reales y complicados, que solo hacen la imagen de una persona que yo quiero que sea, más no lo es.
Y cuando veo el mundo azul, la persona se esfuma y aparece la real, que me encanta aún más.
Entonces, no, no me estoy enamorando de lo ficticio. Sino, ¡de la persona real!
Entonces, no, no me estoy enamorando de lo ficticio. Sino, ¡de la persona real!
Ahora, bueno una manzana cae al suelo y esa, aquella manzana negra y brillante que se ha sumergido en el agua de cristal, llama la atención de la luz. Y esa luz me deja en sombras, sombras que no quiero que me atrape, no quiero ser parte de esas sombras, de esa masa que me sigue... ¡No quiero!
Pero cada vez es consumida es manzana, a lo mejor esa fruta es de otro color, pero yo la veo así: negra.
Cada vez me sumerjo más en este espacio tan espiritual.
Y llego al fondo del abismo. Pero no lo veo. Esa luz a lo mejor no es para mí, si solo fuese más reflectivo (que refleje más), así le llamaría la atención. Pero no se si esa luz ilumine ambas noches, ambas penumbras infinitas.
En este momento, lloro, pero lloro porque quiero que alguien me escuche. No, no me interesa alguien que me entienda, ¡eso sería fantástico! Solo quiero a alguien que me escuche y espere, a que yo acabe y luego yo... Poder escuchar.
No estoy deprimido, solo decepcionado de mí imaginación...
Solo como final, esa luz me ilumina... Pero no lo suficiente que necesito.
Y... espero que me escuche e ilumine la luz
Como una cosa extra, les dejo estos dos hermosos vídeos:
Gracias por leer.